Motivación y emociones

La emoción, es un conjunto de reacciones orgánicas que experimenta una persona cuando responde a determinados estímulos externos que le permiten adaptarse a una situación con respecto a una persona, un objeto o un lugar, entre otras cosas.

En la vida cotidiana convivimos permanentemente con nuestras emociones, vivenciamos emociones, sentimientos y sensaciones corporales que integramos de manera natural, ya que las vivenciamos desde que tenemos conciencia. Todas nuestras relaciones están atravesadas por las emociones y los sentimientos.

Por lo general recordamos con facilidad parte de nuestro pasado porque ha sido asociado con algún componente emocional, es por ello que la emoción es el componente más fuerte para almacenar nuestros recuerdos. Cualquier experiencia que vivamos se recordará según la intensidad de la carga emocional que la acompañe. Lo que vivimos emocionalmente nos queda grabado para siempre.

Las emociones van acompañadas de cambios fisiológicos en nuestro cuerpo, pues por su naturaleza invocan siempre una tendencia a la acción, un impulso. Una emoción puede provocar una modificación de la frecuencia cardíaca, de la presión arterial o de las funciones de nuestro sistema digestivo y respiratorio; una diferencia en la irrigación sanguínea en los distintos territorios orgánicos o de la temperatura de la piel, como así también de la transpiración; cambios en sustancias y hormonas sanguíneas tales como la adrenalina o el cortisol, entre muchos otros cambios físicos y orgánicos. Las emociones nos preparan para movilizarnos físicamente y, de algún modo, liberar energía.

La emoción se conforma con tres componentes:

• Experiencia subjetiva: Cuando experimento una emoción cualquiera, me refiero a ella como a un sentimiento, es decir, siento algo. Mi experiencia de tristeza puede reflejarse en deseos de llorar y en falta de energía y motivación. Ésa es mi forma de experimentar la tristeza; por lo tanto, es un fenómeno subjetivo.

• Reacción fisiológica: Todas las emociones conllevan reacciones que repercuten en el cerebro y en la actividad del sistema nervioso. Por ejemplo, la ira acelera la frecuencia respiratoria y los latidos del corazón. La tristeza suele ir acompañada de cansancio.

• Componente expresivo: Cada emoción se expresa y se comunica de una manera particular. La expresión facial, el lenguaje corporal, la postura, las palabras, los gestos y muchas otras modalidades de expresión acompañan y transmiten la experiencia emocional.

La motivación es una función mental que nos dirige hacia alcanzar un determinado objetivo o necesidad por medio de una acción. Es como un impulso esencial que orienta nuestras acciones hacia una dirección bien establecida. Una vez determinada o identificada la necesidad a alcanzar, la motivación es la energía que señala la dirección y la fuerza constante que sostiene el sentido de ese logro.

La motivación es la función que mantiene nuestra actitud y comportamiento para alcanzar un objetivo, y su consecuencia es el mantenimiento de una conducta en dirección con nuestras necesidades o deseos. Una motivación puede estar conformada por un fundamento que encuentra su origen en la razón, pero en realidad es una inclinación del ánimo que se inscribe dentro del mundo del comportamiento emocional. Las conductas motivadas pueden serlo por factores externos a la persona, o también por factores pertenecientes al mundo interno.

Para comprender los comportamientos del ser humano es fundamental tener en cuenta que nuestras necesidades, nuestras motivaciones, nuestros deseos, nuestras expectativas, nuestros proyectos, nuestras elecciones, nuestros hábitos, nuestros placeres, nuestros sufrimientos y todas las situaciones felices o desdichadas que vivimos se encuentran constituidas por emociones.

Marcelo Cristale

Director CCPAL

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