El liderazgo como proceso de intercambio

“El liderazgo no tiene que ver con el control de los demás sino con el arte de persuadirles para colaborar en la construcción de un objetivo común.” Daniel Goleman

El liderazgo es un proceso de intercambio donde los seguidores son recompensados por el líder cuando cumplen con los objetivos acordados y el líder sirve para ayudar a sus seguidores a lograr los resultados deseados: producción de mejor calidad, más ventas, mejores servicios, costos de producción reducidos.

Al ayudar al seguidor a identificar lo que tiene que hacer, el líder toma en cuenta las necesidades de imagen propia y de autoestima de la persona.

El papel de intercambio del líder se denomina transaccional.

Para usar el estilo transaccional el líder depende de recompensas contingentes y de dirección por excepción. Se ha comprobado que cuando se utiliza un reforzamiento contingente, los seguidores confían en que el logro de los objetivos redundará en que reciban las recompensas deseadas (Motivación externa). Al utilizar la dirección por excepción, el líder no interviene a menos de que no se logren los objetivos.

El líder reconoce lo que el seguidor tiene que hacer y necesita para alcanzar los resultados designados y aclara el papel que debe jugar, de esta manera el seguidor siente confianza en cumplir con los requisitos del papel (Probabilidad subjetiva del éxito). Además el líder aclara cómo la satisfacción de las necesidades del seguidor se intercambiará por el desempeño del papel que sirve para alcanzar los resultados designados y de esta manera desarrolla la motivación para alcanzar los resultados deseados (esfuerzo esperado).

Por lo general en la actualidad este tipo de liderazgo no se emplea frecuentemente en el ámbito de nuestras empresas.

El líder transformador motiva a los seguidores a trabajar por metas trascendentes en vez del interés egoísta a corto plazo, y por los logros y la autorrealización en lugar de la seguridad. En el liderazgo transformador la recompensa del empleado es interna. Al expresar una visión, el líder transformador convence a los seguidores de que trabajen con perseverancia para lograr las metas visualizadas. La visión del líder brinda al seguidor una motivación para el trabajo perseverante que es autorrecompensadora (Motivación interna).

Los factores del liderazgo son cinco, los primeros tres se aplican al liderazgo transformador y los últimos dos al transaccional:

  1. Carisma: El líder es capaz de implantar un sentido de valor, respeto y orgullo, y expresar una visión.
  2. Atención individual: El líder pone atención en las necesidades de los seguidores y asigna proyectos significativos para que los seguidores crezcan personalmente.
  3. Estímulo intelectual: El líder ayuda a los seguidores a repensar las maneras racionales de examinar la situación y les anima a que sean creativos.
  4. Recompensas contingentes: El líder informa a los seguidores de lo que hay que hacer para recibir las recompensas que prefieran.
  5. Dirección por excepción: El líder permite que los seguidores trabajen en la tarea y no interviene a menos de que no estén cumpliendo las metas dentro de un lapso de tiempo y a un costo razonables.

Una de las características más importantes de los líderes transformadores es el carisma, pero por si solo no basta para lograr el liderazgo transformador de éxito, además se necesitan habilidades para la evaluación, capacidad de comunicación y sensibilidad hacia los demás; tienen que saber expresar su visión y tienen que ser sensibles a las deficiencias en las habilidades de los seguidores.

En resumen el líder transformador hace cambios importantes en la misión, en la manera de conducir el negocio y en la forma de dirigir los recursos humanos para alcanzar la visión.

Lic. Marcelo Cristale

Director del Centro de Capacitación Profesional América Latina

https://colombia.ladevi.info/opinion/el-liderazgo-como-proceso-intercambio-n5726

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